EL LENGUAJE NOS IDENTIFICA


Hombre y lenguaje. Lenguaje y hombre. No es posible hablar de uno sin la presencia del otro. A través del lenguaje el hombre logra capturar el pensamiento, la acción, sentimientos de seres actuales como también de los de distintas épocas. Con él se comunica y puede hablar. Históricamente el hombre fue capaz de hablar a partir de un momento de iluminación, si así se le puede llamar, en que discriminó los sonidos y los aplicó primero a determinados objetos de su entorno y posteriormente a ideas cada ves más abstractas y subjetivas que brotaban de sentimientos y vivencias que formaban parte del bagaje de experiencias que le ocurrían y de las cuales era sujeto y objeto.  Esto ocurrió dentro de un contexto social en el que el hombre interactuaba ya que como ente social no puede vivir aislado.  

El lenguaje es el medio a través del cual nos comunicamos con nuestros congéneres. La comunicación consiste en emitir e interpretar señales que forman parte de un código o sistema de las mismas que nos permite entenderlas. 

Los elementos fundamentales del lenguaje son las palabras las cuales nos sirven para expresarnos por lo que debemos tener especial cuidado al elegirlas ya que de ello depende la eficiencia en nuestra comunicación puesto que toda palabra implica dos: el que habla y el que oye. Bajo este contexto para que exista comunicación adecuada, para que el lenguaje sea una práctica real debe configurarse el binomio emisor-receptor y la eficiencia y calidad de un mensaje será medido en tanto se logre la comprensión en el receptor sobre el mensaje que se le da a conocer. Cuando asumimos el papel de emisores siendo partícipes de un proceso de comunicación es muy importante considerar quien será nuestro receptor y a partir de él estructurar el contenido de nuestro mensaje. Sólo así se logra la eficiencia y pertinencia del lenguaje. Un punto importante es señalar que el lenguaje a utilizar debe también ser analizado en función de las relaciones interpersonales y exige distinguir con mucho cuidado las distintas situaciones en que se producen los enunciados, los propósitos del hablante y la relación con los distintos hábitos culturales. El emisor, debe recalcarse, no es autónomo y la producción de sus mensajes está siempre supeditada a las características del receptor. A mayor abundamiento y, tal vez a modo de ejemplo, agrego que hay otras clases de lenguaje como son el mímico, gráfico y aun más. Dentro de las personas que hablan un mismo idioma veremos que existen diferentes lenguajes: el culto, el profesional, el técnico o científico, el familiar, el que se podría llamar juvenil, el vulgar, etc. Y esto debe ser considerado siempre  por el emisor. 

El lenguaje también tiene un conjunto de reglas que permiten a los hablantes emitir enunciados que deben tener una estructura gramatical que los haga semánticamente aceptables para los demás hablantes (emisores – receptores) de la misma lengua, pudiendo así distinguir aquellos mensajes que no están bien construidos desde el punto de vista gramatical. Una narración cualquiera o una comunicación están formadas por un encadenamiento lógico, no ocurren de una manera absolutamente libre, sino que tienen que obedecer a un conjunto de reglas y propiedades que las hagan comprensibles como son la claridad, coherencia, contenido y orden de las ideas a expresar. Por otra parte, el lenguaje nunca es inocente, ya que a partir del momento en que el emisor decide comunicar su pensamiento se estructura una intención, el porque de su mensaje y así cada palabra elegida para el mismo esta envuelta en significados intencionales y sujeta a los deseos del emisor y así una palabra utilizada puede ser pura y correcta pero puede estar mal aplicada para significar lo que queremos, momento en el cual seremos mal interpretados. Por otra parte, si el mensaje no tiene un contenido significativo se transformara solamente en un galimatías.

Pero esta también el lenguaje escrito con el cual el hombre dejo la prehistoria y entro al periodo llamado historia, ya que desde el momento en que deja piedras labradas, rollos, papiros, documentos que relatan sucesos vividos por el y su grupo, se convierte en sujeto de la historia y con ello podemos viajar a través del tiempo descubriendo el pasado, el presente e inventando el futuro. La palabra escrita es un valioso medio de comunicación, cuyo propósito fundamental es dejar un registro de mensajes que pueden referirse al pasado remoto o cercano, a sucesos de actualidad e inclusive a especular sobre el futuro. Este medio implica mayores exigencias en términos de redacción, claridad, coherencia y estilo que la sola expresión oral, permitiendo afinar el mensaje e incrementando las posibilidades de estructurar un contenido evitando confusiones respecto al significado cuando el texto ha sido redactado con las características señaladas en párrafos anteriores. Por otra parte, la lengua escrita esta supeditada a la oral y surgió mucho tiempo después que esta, cuando el pensamiento del hombre había evolucionado y sus necesidades de intercomunicación se complicaron cada vez mas, sobre todo en las actividades económicas. El lenguaje escrito cubre un objetivo diferente, ya que a través de el, el hombre conserva su pensamiento por medio de letras o grafías a través del tiempo y espacio. Esto nos hace descubrir una característica fundamental de la palabra hablada: ser momentánea.

El lenguaje es una de las máximas creaciones del hombre, pues a partir de el puede representar su entorno, sus ideas, sus pensamientos, etc. Una lengua es algo vivo como la comunidad que la utiliza y varía desarrollando cambios a través del tiempo y espacio, y por esto poetas, filósofos, sociólogos, etc. y en especial la lingüística que estudia el lenguaje en sus dos ramas principales: el habla y la escritura, han buscado en todo el largo camino que ha seguido el lenguaje desde su creación. 

Finalmente, algunos autores estiman que la comunicación y el lenguaje articulado influyeron sobre el cerebro del hombre y su evolución, por lo que podría decirse que la comunicación creo al propio hombre y que gracias a esta apareció y comenzó a desarrollarse la sociedad, nuestra sociedad. Puede decirse que el lenguaje es creación y expresión del pensamiento humano.

Pero además de todo lo expuesto he considerado pertinente referirme a un aspecto muy importante en esta relación entre emisor y receptor. Es lo que un Q.·.H.·.M.·.M.·. llama “el escuchar en forma activa” y que se refiere a que una parte necesaria de la comunicación es la capacidad de escuchar en la cual podemos tener con frecuencia serias falencias cuando asociamos la palabra escuchar a una actitud pasiva.  Escuchar realmente algo es cuando el oyente es capaz de discernir y comprender el significado del mensaje del emisor y es esta la manera como se alcanza el objetivo de la comunicación.

El escuchar activo es estar completamente atento al mensaje del emisor, con los 5 sentidos puestos en lo que se escucha tomando en cuenta el significado completo de lo que se esta escuchando y no solo el parcial (de las palabras). Algunos recursos para lograrlo son estar concientes del objetivo que se persigue en la conversación, prestar atención a los elementos no verbales como son el tono e inflexiones de la voz, actitudes, procesar lo escuchado antes de responder o dar opiniones, no interrumpir, tener una actitud relajada y amable hacia el emisor, etc.

Quizás lo más importante es escuchar en silencio, de la boca y de la mente, con el cual esta se hace mas receptiva al mensaje que se pueda estar recibiendo. Esto significa desechar las distracciones, no estar enjuiciando lo que el otro dice ni estar pensando “ya se lo que vas a decir”. Cuando escuchamos en forma activa, con la mente quieta y en silencio receptivo el resultado es una mejoría en la comunicación con quienes nos rodean, mejor comprensión y más empatía.

EL SÍMBOLO

Después de todo lo expuesto respecto del lenguaje y habiendo dicho que hay otras formas del mismo distintas del verbal y el escrito me atrevo a afirmar que el símbolo es otra forma de lenguaje ya que transmite mensajes desde un emisor a un receptor cumpliendo con las características descritas. Pero tiene otros elementos que lo hacen distinto al lenguaje común y corriente y que trataré de delinear. Dejo en claro que en mi opinión el símbolo y el simbolismo no son exclusivos de la masonería ya que muchas culturas antiguas lo han usado para transmitir mensajes y conocimiento. 

Sin embargo los símbolos masónicos están en ella porque son esenciales para la misma, aunque no su esencia y son un medio de obtener el conocimiento para acercarse a la verdadera iniciación marcando una diferencia entre la forma de enseñanza masónica y profana y sin su estudio y comprensión no lograremos esa iniciación que buscamos. Por tal motivo el masón debe necesariamente preocuparse del estudio de los símbolos y es éste un deber central de cada hermano para lograr encontrar la esencia del ideal masónico. Uno de los objetivos centrales de la vida masónica es descubrir, comprender, descifrar y aplicar los símbolos existentes en la parte visible de la creación para llegar a entender la parte invisible de ella. Así cada Símbolo que se descubre y comprende produce un resplandor de Luz dentro de nosotros y a medida que se vayan sumando esta Luz se irá acrecentando en nuestro interior. Es como ir descubriendo una a una las infinitas partes del gran “rompecabezas” de la creación para llegar a la comprensión final de la unidad del Todo mediante la sumatoria sinérgica de lo aprehendido y conocido a través de cada uno de los símbolos. 

Intentaré definir o describir al símbolo comenzando por su etimología. Viene del griego SYMBALLEIN que significa “juntar y lo que se junta es lo uno a lo otro, la imagen al sentido”.  La lógica del símbolo nos dice que una cosa puede ser a la vez lo que es, la imagen, y también otra cosa, el sentido. O sea sin desvalorizar el sentido inmediato de la imagen se le añaden nuevos sentidos que enriquecen el significado de la imagen misma. Además el símbolo tiene una función unificadora importante para la experiencia total del hombre. Un símbolo revela siempre cualquiera sea su contexto de espacio o de tiempo la unidad fundamental de una realidad. Entonces se puede decir que tiene una parte exotérica, la mera imagen,  y una esotérica que es el sentido profundo, lo oculto, una enseñanza que debemos buscar. Alguien lo define como un signo visible con el cual se está representando algo espiritual, una emoción o idea que posee un significado que trasciende a lo meramente espiritual. El Símbolo muestra ocultando u oculta mostrando mensajes cifrados, secretos, solo para iniciados que transmiten sus enseñanzas a través de ellos. Para lograr develarlos debemos hacer bien el primer trabajo que se nos impone que es aprender a leer y escribir. 

También los símbolos despiertan algo en nosotros y se requiere alguna condición para que esto ocurra. En un extracto de un libro de Oswald Whirth, "Le Symbolisme Hermetique" y hablando del lenguaje de los símbolos dice: ”En realidad la finalidad de los símbolos es la de despertar ideas que duermen en nuestra conciencia. Despiertan un pensamiento por medio de la sugestión y hacen que la verdad que se encuentra oculta en lo profundo de nuestro espíritu salga a la luz.  Para que los símbolos puedan hablar es esencial que tengamos en nosotros mismos los gérmenes de las ideas cuya revelación constituye la misión de los símbolos.  Pero no es posible ninguna revelación si no existen estos gérmenes y la mente se encuentra estéril e inerte.  Por esta razón los símbolos no llegan a todo el mundo, no pueden hablar a todas las gentes. Rehuyen especialmente a las mentes que se precian de ser positivas y que basan su razonamiento sólo en inertes fórmulas científicas y dogmáticas. La utilización práctica de estas fórmulas no puede discutirse pero desde el punto de vista filosófico son la expresión solo del pensamiento estático, artificialmente limitado, inmóvil a tal grado que parece estar muerto en comparación con el pensamiento vivo, indefinido, complejo y móvil que se refleja en los símbolos”.  Se requiere entonces de una capacidad, de una actitud y una predisposición mental del individuo para lograr escuchar lo que el símbolo quiere decir. Aquí me perece importante transcribir lo que recibí de otro autor: ”La naturaleza del símbolo no es solo significativa, sino que necesita de la interpretación, inseparable esta última de la predisposición de la persona que lo estudia, para percibir su dinamismo he incidir en sus estructuras mentales movilizando la totalidad de su psiquismo. En el ámbito estrictamente masónico el simbolismo es el método mediante el cual se trata de ir más allá de lo puramente lógico y sensorial, investigando las evocaciones que produce el símbolo a fin de sensibilizar sus efectos sobre la persona con la finalidad de aprender las enseñanzas que alberga. Esto no es otra cosa que el desarrollo del pensamiento analógico a fin de conseguir un crecimiento de la inteligencia intuitiva. De esta forma el uso lógico de la razón viene a enriquecerse con la intuición constituyendo una expansión del pensamiento y conciencia del sujeto. La trascendencia de todo este trabajo masónico en el mundo denominado profano se constituye en una mejor comprensión de la realidad que rodea al individuo”.

Los símbolos por otra parte tienen también otras características. Admiten varias interpretaciones pero que son todas complementarias, no excluyentes y cada persona puede obtener una parte de la verdad a partir de ellas. No expresan sino que sólo sugieren el camino para descubrir lo arcano, lo eterno.  Hacen posible el conocimiento cada vez mejor y mayor del ser humano, logrando conocernos mejor y avanzar en la construcción de nuestro Templo a través de producir elevadas normas de conducta promotoras de la conciencia con las cuales avanzamos en el camino del perfeccionamiento para llegar a generar un nivel de vida más sublime llegando así a lograr una piedra cúbica mejor trabajada y más perfecta.  De esta forma el símbolo se transforma, además, en el portador de ciertas fuerzas capaces de transformar el pensamiento y la conducta permitiendo que por medio de ellos se cumpla una de las cualidades del ser humano que es la de ser perfectible. De aquí entonces la importancia del estudio acabado de los símbolos.

Veamos un ejemplo a través de un intento de interpretación simbólica de algunos de los símbolos más conocidos en la masonería: la Escuadra y el Compás. Se pueden interpretar desde un punto de vista moral o uno trascendente en el orden espiritual y filosófico (anagógico).  En el plano moral la Escuadra es el símbolo de la rectitud y la equidad. El Compás lo es de la mesura que fija los límites precisos que el masón no debe sobrepasar jamás en cuanto a su conducta. Estas interpretaciones son solo un principio pues la interpretación de estos dos símbolos no se agota con lo expuesto.  En el aspecto anagógico la Escuadra simboliza la materia y el Compás el espíritu y de la interacción y equilibrio de ambos resulta la perfección humana. La combinación de ambos simboliza ahora la reflexión del macrocosmos en el microcosmos, la presencia del espíritu en la materia. Estos dos ejemplos ofrecen una idea de base de interpretación simbólica en masonería, recordando que la percepción personal es la única con la que se debe trabajar y no olvidando que se trata de un trabajo de introspección personal con el objetivo de conocerse a si mismo para poder desarrollarse plenamente como ser humano y aportar lo mejor de uno mismo al resto de la sociedad. 

CONCLUSIONES

Me he referido en esta plancha al lenguaje y a algunas de sus propiedades agregando que el lenguaje es una creación y expresión del pensamiento humano.  Llego a la conclusión de que en definitiva el símbolo es una forma de lenguaje que tiene sus características propias. Una de ellas es que el hombre es el único que es capaz de representar la realidad a través de símbolos lo que subraya la capacidad racional del hombre y que le proporciona la posibilidad de contemplar la realidad desde múltiples perspectivas. Muy importante es que cuando lo comprendemos, lo escuchamos, lo internalizamos y lo llevamos a una adecuada praxis se produce en nosotros un cambio en nuestra vida, en nuestra conducta, en nuestro espíritu, crecemos como seres humanos y nos acercamos un poco más a la verdad, irradiamos esto al mundo profano y con ello damos cumplimiento a una de las máximas de nuestra Augusta Orden que es perfeccionarnos a nosotros mismos y con ello lograr el perfeccionamiento de la sociedad toda. 

La masonería, al adoptar el simbolismo, como método de enseñanza y práctica de sus principios fundamentales apela a las virtudes o características del símbolo.  Busca el progreso espiritual preconizando el desarrollo de un ser humano librepensador, sin ataduras a signos de contenido inmóvil.  Por el contrario.  Busca el libre vuelo del pensamiento, el libre vuelo de las ideas, sin dogmas ni preconceptos.  En la interpretación de los símbolos trata de lograr que el hombre pueda adquirir altura de discernimiento y elevación de sus virtudes y condiciones morales. Los aportes constantes a la simbología de un objeto o imagen y la consecuencia y aplicación de sus enseñanzas espirituales y morales nos hacen pulir nuestra piedra bruta como ninguna otra práctica educativa.  

Finalizo con algo que se atribuye a Lao-Tse en su libro del Tao: ”Cuando un hombre superior escucha hablar al símbolo condiciona su vida a su significado; cuando un hombre sabio oye hablar al símbolo en parte cree y en parte duda; cuando un hombre vulgar oye hablar al símbolo se ríe de él”. 

S.·.F.·.U.·.  


Bibliografía

§  Manual del Aprendiz. Aldo Lavagnini. 
§  Revisiones de Lista Acacia. Masonería Iberoamericana en Internet. 
§  Plancha: El Símbolo, lenguaje específico en Masonería. Jorge Carrasco Reydet. M.·.M.·.




El lenguaje se configura como aquella forma que tienen los seres humanos para comunicarse. Se trata de un conjunto de signos, tanto orales como escritos, que a través de su significado y su relación permiten la expresión y la comunicación humana.
El lenguaje es posible gracias a diferentes y complejas funciones que realiza el cerebro. Estas funciones están relacionadas con lo denominado como inteligencia y memoria lingüística. La complejidad del lenguaje es una de las grandes diferencias que separan al hombre de los animales, ya que si bien estos últimos también se comunican entre sí, lo hacen a través medios instintivos relacionados a diferentes condicionamientos que poca relación tienen con algún tipo de inteligencia como la humana.
Otra característica del lenguaje es que éste comienza a desarrollarse y a cimentarse a partir de la gestación, y se configura según la relación del individuo con el mundo que lo rodea. De este modo, aprende a emitir, a escuchar y a comprender ciertos sonidos y no otros, planificando aquello que se pretende comunicar de una manera absolutamente particular.
Como bien sabemos existen muchos lenguajes diferentes, con lo que nos referimos a la diversidad de idiomas que existen alrededor del mundo. Los investigadores no han encontrado aún alguna lengua primitiva que se comporte como la madre de todas las demás, sin embargo, se han desarrollado múltiples hipótesis que explican al lenguaje como el resultado de ciertas relaciones psicofísicas que nacen a partir de las sensaciones, tanto visuales como auditivas. Otra rama de hipótesis plantea que el lenguaje se deriva de una evolución natural en la que convergen el entorno social y las necesidades humanas que de ahí aparecen. Las teorías modernas apuntan a que el leguaje es parte integral de nuestro cerebro, por lo que se va a manifestar de una forma u otra, y la educación lo que hace es desarrollar este impulso y habilidad latentes en nosotros.

A pesar del desconocimiento del origen del lenguaje, lo único que es posible afirmar es que resulta absolutamente imposible definirlo en forma acotada, ya que se trata de una facultad humana que evoluciona constantemente ante la aparición de nuevas necesidades de expresión. De este modo, no existe ninguna lengua que pueda decirse completa, ya que no existe alguna que logre expresar la totalidad de sensaciones, sentimientos e ideas que siente el ser humano.
La habilidad lectora


Nuestro aprendizaje a través de la lectura, el tratamiento que le damos a los textos y a su reelaboración en nuestras notas y apuntes, todo ello es parte importantísima del trabajo mental.

Ser capaz de leer, re-elaborar y comunicar textos, cada vez más y con mejor calidad, es una necesidad actualmente generalizada.

Leer bien afecta e involucra a todas nuestras capacidades: tanto la percepción y la imaginación, como la memoria, la comprensión, la creatividad y la capacidad para resolver situaciones intervienen en la experiencia mental de la lectura.

Más agilidad lectora

Cuanto más agilidad para leer desarrollemos más capacidad tendremos para tratar con ciertos materiales y ciertos objetivos.

La lectura a mayor velocidad de la que ahora nos resulta cómodo aplicar no sólo es real y accesible para todos sino que puede ser lo más adecuado en muchas situaciones.

Obviamente, hay que ejercitarse un poco. No puedes sustituir la experiencia de la lectura rápida con la información acerca de la lectura rápida. La habilidad de dominar la lectura a mayor velocidad se adquiere gradualmente y fuera de las aulas y las academias. En tu vida cotidiana lees más que en las ocasiones que asistes a clases, y es en tus lecturas habituales donde puedes comenzar a desarrollar habilidades; está demostrado que se puede alcanzar un buen nivel de lectura veloz con suficiente práctica aunque sin ejercicios rutinarios.

Objetivos generales
·         Aprovechar mejor a nuestra capacidad y habilidad visual. (Esto significa menos movimientos oculares en cada renglón, con más agilidad y mayor aprovechamiento del campo visual).
 
·         Leer con menor dependencia del sonido de las palabras.
 
·         Enfoque más flexible e integrado entre el procesamiento de los contenidos y la organización del los mismos.
 
·         Más seguimiento de las ideas y menos seguimiento de las palabras.
 
·         Desarrollar un criterio efectivo para seleccionar qué es importante y qué es secundario en los contenidos y en la estructuración de los textos.
En nuestra sección de Tips hallarás algunas recomendaciones que podrás aplicar.